miércoles, 3 de abril de 2013




La partida del sol


Recordé el silencio
que guardaban los días,
estaba envuelto  en un pañuelo
de aquellos que usaban los hombres
para todo menos para sus narices.
No sabría describir el olor de aquél silencio,
Pero se aproximaba al aroma del naranjo en primavera.
O tal vez, a esas tardes largas de verano,
en las que me sentaba  a la orilla de tus ojos
esperando ver en ellos un nuevo horizonte.
O quizás  a la caída de las hojas en otoño
que crujían a tu llegada.
O a la fría mano del invierno
que rozaba  mi piel sin decir nada.
Y yo estaba ahí…
estoy aquí
Sentada a la orilla de tus ojos,
Ahora esperando la partida del sol
para recordar aquéllos silencios.

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